bye bye 2015Los científicos que estudian la microbiota intestinal han seguido trabajando con ahínco en sus laboratorios este año. Se han publicado más de 1.700 artículos en periódicos científicos y la cobertura mediática sobre este asunto ha seguido creciendo. Los eventos de este año han llenado salas de conferencias de científicos del ámbito de la microbiota intestinal, personajes del mundo industrial y demás expertos. Muestra de ello han sido: la conferencia sobre Microbioma intestinal de California (Estados Unidos), el Simposio sobre  Modulación de la de microbiota intestinal de la fisiología del huésped de Keystone (Estados Unidos) y por supuesto nuestra propia Cumbre Mundial sobre Microbiota Intestinal para la Salud de Barcelona (España).

El equipo de nuestra plataforma, el Observatorio Mundial para la Microbiota Intestinal, expone los avances realizados por la ciencia por medio de nuestros artículos en inglés, francés y español. Este año, hemos publicado más de 50 artículos originales en nuestro blog, con nuevos formatos como reseñas de libros e infografías y hemos lanzado una newsletter mensual. Por otra parte, este año también hemos renovado el aspecto de la web; hemos lanzado nuestra nueva imagen poco antes de la Cumbre Mundial sobre Microbiota Intestinal para la Salud del mes de marzo.  Parece que estos cambios no han pasado desapercibidos ya que el número total de visitas a nuestra web se ha duplicado entre los meses de enero y septiembre de 2015, superando las 2.000 visitas mensuales de todas partes del mundo.

¿Qué hemos aprendido acerca de la microbiota intestinal en 2015? Los científicos nos ofrecen cada vez más imágenes de la microbiota, mostrándonos cuáles son los microorganismos presentes en el intestino humano y en qué circunstancias. Estamos descubriendo cómo es la microbiota de veganos y omnívoros. De hombres y mujeres. De los niños que padecerán asma y aquellos que estarán protegidos. Incluso de los habitantes de la Amazonia, cazadores recolectores.

Suficientes instantáneas de un lugar nunca visitado, acabarían por crear una idea clara de su verdadero aspecto. En lo que respecta a la microbiota intestinal, estas imágenes nos aportan una idea más precisa de los microorganismos que podrían actuar como biomarcadores señalando diferentes estados de salud o enfermedad.

A continuación, presentamos algunos de los ámbitos en los que se han producido más avances este año respecto a la ciencia del microbioma intestinal:

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El sistema inmunitario

Sabemos que la microbiota intestinal interactúa con el sistema inmunitario. Pero este año, los científicos se han centrado en estudiar la manera exacta en que esto se produce. Al parecer, en los primeros años de vida, la dieta y otros factores alteran la microbiota pudiendo a su vez afectar al desarrollo del sistema inmunitario. Existen indicios de que la actividad del sistema inmunitario puede modularse a través de la microbiota incluso en la edad adulta. Por ejemplo, se está estudiando activamente el  síndrome del intestino irritable, con el objetivo de encontrar pistas sobre cómo interactúa la microbiota con el sistema inmunitario para contribuir a los síntomas digestivos.

La Enfermedad inflamatoria intestinal

Los probióticos han cobrado una gran importancia como  nuevo tratamiento potencial para las enfermedades inflamatorias intestinales (EII) – incluidas la enfermedad de Crohn y la colitis ulcerosa-. Los científicos saben ahora que el papel de la microbiota es relevante, aunque siguen sin descifrar cómo convergen todos los factores para provocar una EII. Numerosos son los investigadores que han mostrado de forma independiente que ciertas cepas de bacterias pueden interactuar con el sistema inmunitario para aumentar o disminuir la inflamación intestinal. También se está estudiando un proceso menos preciso, el trasplante de microbiota fecal (TMF), como medio para recuperar una microbiota sana en un entorno de EII. Cuanto mejor entendamos las interacciones entre los habitantes de la comunidad microbiana, más cerca estaremos de encontrar nuevos tratamientos que mejoren la vida de aquellos que padecen EII.

La obesidad

¿Qué relación tiene la microbiota con la prevención y el tratamiento de la obesidad en humanos? Este año se han hallado nuevas pruebas de que tanto los probióticos como los prebióticos son unos instrumentos prometedores que merecen ser investigados más a fondo. También estamos cada vez más seguros de que la cirugía bariátrica debe su efectividad a su forma de modificar la microbiota. El próximo paso será descubrir cómo canalizar estos cambios en la microbiota para desarrollar un nuevo tratamiento que no requiera cirugía.

El cerebro

Este año también hemos asistido a nuevos descubrimientos acerca del eje intestino-cerebro: o de cómo la microbiota puede afectar a la estructura y al funcionamiento del cerebro. Se han aportado nuevas pruebas de que la microbiota intestinal contribuye a producir neuroquímicos y de que es esencial para el desarrollo de ciertos componentes del cerebro. Depresión, esquizofrenia, autismo, ansiedad en el síndrome del intestino irritable, Alzheimer y Parkinson, han sido todos vinculados en cierto modo a la microbiota intestinal. Pero por ahora, los investigadores no saben a ciencia cierta si la microbiota intestinal puede causar estas enfermedades o si modular la microbiota intestinal puede ser un tratamiento efectivo.

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En el 2016 seguiremos dando cobertura a los principales avances que se produzcan en el apasionante mundo de la microbiota intestinal. ¡Siga visitándonos para estar al tanto de todas las novedades que estamos preparando para el año que viene!