Desde luego, la canción infantil inglesa «Alubias, alubias, la fruta musical. Cuantas más te comas, ¡más vas a pitar!» no iba desencaminada. Gases e hinchazón son síntomas digestivos comunes que afectan hasta al 20% de americanos y europeos sanos. Esta podría ser la razón por la que muchos americanos no consumen los 25 g de fibra diarios recomendados. Todos sabemos lo embarazoso que puede llegar a ser evacuar gases. Pero la buena noticia es que se trata de un indicador de que nuestras bacterias se están nutriendo de la fibra alimentaria que les suministramos.

¿Y cómo funciona este mecanismo? La microbiota interviene en la producción de gas, principalmente en el colon, cuando las bacterias fermentan alimentos como la fibra, que no se pueden digerir completamente y que el intestino no puede absorber.  Por tanto, el consumo de fibra de un individuo y la composición de su microbiota intestinal determinan la cantidad de gas que producirá, así como su frecuencia de evacuación.

Gases e hinchazón son síntomas digestivos comunes que afectan hasta al 20% de americanos y europeos sanos

Si bien las dietas ricas en fibra son beneficiosas para la microbiota intestinal y la salud en general, a menudo son difíciles de tolerar, probablemente por la propia composición de la microbiota intestinal de la persona. En algunos estudios, se ha comprobado cómo la ingesta de lácteos fermentados con probióticos aliviaban las molestias de pacientes con trastornos digestivos (reducción de la hinchazón y del dolor abdominal). Esto ha llevado al Dr. Fernando Azpiroz y sus colegas del hospital Vall d’Hebron de Barcelona a preguntarse si el consumo de lácteos fermentados, ricos en probióticos, podía mejorar las molestias digestivas inducidas por una dieta rica en fibra en individuos sanos.

Consumir productos lácteos fermentados que contienen probióticos mejora la tolerancia a los alimentos que provocan gases

Para comprobarlo, han sometido a sesenta y tres adultos sanos a una dieta rica en fibra (susceptible de causar flatulencias) durante tres días antes y después de 28 días consumiendo lácteos fermentados que contenían probióticos.

A la vista de los resultados, el profesor Azpiroz y su equipo han concluido que a pesar de que el volumen de gas producido por los participantes en el estudio no disminuía significativamente, el consumo de bebidas lácteas fermentadas con probióticos reducía las molestias gastrointestinales como la sensación de flatulencias y el número de evacuaciones diarias.

En definitiva, consumir productos lácteos con probióticos parece mejorar la tolerancia a las dietas ricas en fibra en personas sanas.

 

Referencia:

Le Nevé B, Martinez de la Torre A, Tap J, et al. A Fermented Milk Product with B. Lactis CNCM I-2494 and Lactic Acid Bacteria Improves Gastrointestinal Comfort in Response to a Challenge Diet Rich in Fermentable Residues in Healthy Subjects. Nutrients; 12(2). 2019. doi: 10.3390/nu12020320