Los pulmones no son estériles y tienen su propia microbiota
A pesar de que tenemos gran conocimiento sobre el intestino y su microbioma, el de los pulmones sigue siendo un misterio para la mayoría de nosotros. Durante mucho tiempo, la comunidad científica creyó que los pulmones carecían de vida microbiana. De hecho, la mucosa pulmonar alberga diversidad de bacterias, hongos y virus, aunque en menor número que la microbiota intestinal. «El microbioma respiratorio se renueva de manera perpetua y es dinámico debido a la respiración y a los movimientos de la mucosa», explicó el doctor Gregory Bouchaud, inmunólogo del INRAE (Instituto Nacional de Investigación sobre Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente de Francia) y experto en el microbioma pulmonar.
Así pues, la ciencia está desvelando las formas únicas en que la microbiota pulmonar puede afectar a la salud. Su comunidad microbiana resulta fundamental para la salud respiratoria, al ayudar a regular las respuestas inmunitarias y en la defensa frente a patógenos dañinos. «La microbiota pulmonar se adquiere a lo largo de los dos primeros años de vida y, después, gana resistencia, brindando así una barrera contra patógenos», comentó Bouchaud.
Tradicionalmente, se creía que el sistema respiratorio era independiente del digestivo. Sin embargo, las investigaciones más recientes han demostrado la existencia de una compleja red de comunicación entre el intestino y los pulmones, conocida como el «eje intestino-pulmón». En pocas palabras, esta comunicación bidireccional significa que el intestino influye en los pulmones y viceversa. Por ejemplo, las infecciones pulmonares víricas pueden afectar a la microbiota intestinal. «Aquellas personas que sufren de infecciones pulmonares víricas, como la influenza (gripe), suelen presentar síntomas gastrointestinales», indicó Bouchaud. Esta conversación enfatiza la importancia de tener en cuenta tanto los pulmones como el intestino a la hora de abordar las dolencias respiratorias. Del mismo modo, una microbiota intestinal sana garantiza que las células inmunitarias de los pulmones funcionen correctamente para mantener las infecciones respiratorias a raya.
¿Cómo se conectan los pulmones y el intestino?
El intestino y los pulmones están estrechamente relacionados a través del sistema inmunitario. Cuando el intestino detecta patógenos dañinos, activa respuestas inmunitarias para combatirlos. «El microbioma pulmonar se comunica con el intestino, y viceversa, a través de componentes y metabolitos bacterianos que se propagan por la corriente sanguínea para influir en el sistema inmunitario y prepararlo para luchar contra potenciales amenazas», explicó Bouchaud.
Por otro lado, los desequilibrios que se producen en la composición de la microbiota intestinal pueden provocar daños en el revestimiento intestinal, que permiten la salida de patógenos del intestino y su entrada a la corriente sanguínea, por lo que se activan respuestas inmunitarias desreguladas en partes distantes del organismo, lo cual incrementa la susceptibilidad de los pulmones a infecciones y enfermedades inflamatorias. «La comunidad científica utiliza animales sin microorganismos (sin gérmenes) para probar que, en ausencia de un microbioma pulmonar, son más propensos a padecer dolencias respiratorias», explicó Bouchaud. La alteración de la composición de la microbiota intestinal, como la causada por los antibióticos, la dieta o el estrés, puede afectar el equilibrio de la función inmunitaria y favorecer las enfermedades respiratorias. «Durante el COVID-19, la comunidad investigadora descubrió que las personas con infecciones graves presentaban un microbioma pulmonar disbiótico. Asimismo, con el cáncer de pulmón, el personal científico utiliza el microbioma pulmonar para predecir las reacciones de las personas enfermas a la inmunoterapia», añadió Bouchaud.
¿Cuál es la conexión entre la microbiota intestinal y las enfermedades respiratorias?
Aunque la inflamación aguda (respuesta del sistema inmunitario para combatir patógenos) es una respuesta necesaria ante infecciones, la inflamación crónica puede tener efectos perjudiciales sobre la función pulmonar, al desencadenar el desarrollo y la progresión de enfermedades. La microbiota pulmonar alterada se asocia a la progresión de dolencias respiratorias, aunque todavía está por estudiar si tiene una relación causal con la aparición de la enfermedad y su relevancia a la hora de abordar síntomas.
- Asma: es un trastorno inflamatorio crónico caracterizado por la inflamación de las vías respiratorias, con síntomas respiratorios como sibilancias y dificultad respiratoria. Las pruebas más recientes sugieren que la alteración de la composición de la microbiota intestinal durante los primeros años de vida, a través de cesárea, el uso de antibióticos o un entorno extremadamente limpio (la hipótesis de la higiene) podría aumentar el riesgo de padecer asma en la edad adulta. «Resulta interesante el hecho de que las personas enfermas de asma con diferentes niveles de gravedad muestren firmas del microbioma distintivas, pero no se sabe si esta es la causa o la consecuencia», explicó Bouchaud.
- Enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC): se caracteriza por la limitación del flujo de aire y síntomas respiratorios. A pesar de que el tabaquismo es uno de los factores de riesgo principales de la EPOC, las investigaciones más recientes indican que la disbiosis de la microbiota intestinal puede contribuir a la progresión y exacerbación de la enfermedad.
- Fibrosis quística (FQ): implica la acumulación excesiva de tejido cicatricial en los pulmones, lo que obstaculiza el intercambio gaseoso y la función respiratoria. Aunque las causas exactas de la fibrosis siguen sin definirse, se cree que las respuestas inmunitarias desreguladas y la inflamación crónica desempeñan un papel significativo. Asimismo, las personas enfermas de FQ presentan una microbiota intestinal diferente a la de las personas sanas del grupo control.
¿Cuál es el futuro de este campo?
Los avances en la investigación sobre el microbioma ofrecen interesantes posibilidades para la prevención de enfermedades a través de intervenciones dirigidas, con prebióticos o probióticos. Se sabe que los prebióticos y la fibra dietética influyen en el microbioma intestinal y favorecen la liberación de metabolitos beneficiosos que regulan la inflamación general. «Los probióticos podrían ser prometedores, aunque es necesaria más investigación para determinar el impacto que tienen sobre la salud respiratoria. Todavía se desconoce», declaró Bouchaud.
Los factores relacionados con el estilo de vida, como la dieta, el ejercicio, la gestión del estrés y el abandono del tabaquismo, pueden influir profundamente en la microbiota intestinal y la función inmunitaria, lo que a su vez repercute en los resultados respiratorios. «Deberíamos seguir una dieta saludable rica en frutas y verduras que contengan antioxidantes, fibra y otros componentes beneficiosos, en vez de depender solo de suplementos dietéticos», sugirió Bouchaud. «El tabaco y el estrés alteran el pH, la temperatura y la humedad de los pulmones, por lo que quedan más predispuestos a la colonización por parte de patógenos oportunistas», advirtió. Al abordar factores de riesgo modificables y fomentar un entorno saludable, las personas pueden adoptar medidas proactivas para la mejora de su salud pulmonar y bienestar general.
El eje intestino-pulmón recientemente descubierto constituye un nuevo campo de investigación, que arrojará luz sobre la compleja interacción existente entre la microbiota intestinal y la salud respiratoria. Al derribar mitos y explorar posibles intervenciones, es posible preparar el camino para estrategias innovadoras que prevengan y aborden las enfermedades respiratorias. «Estamos adoptando un enfoque holístico, en el que inmunólogos y microbiólogos colaboran a fin de examinar la función inmunitaria y el microbioma. Nuestro objetivo está puesto en las etapas de la vida en las que el microbioma pulmonar es más susceptible de cambiar (desde el embarazo hasta los dos años de edad), a fin de establecer la trayectoria adecuada», comentó Bouchaud.
Referencias:
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