Restringir la fibra dietética es un consejo común para las personas que viven con enfermedad inflamatoria intestinal. Una nueva investigación muestra que no todas las fibras funcionan igual y su impacto en la inflamación intestinal y la función de barrera intestinal depende del tipo de fibra, el estado inmunológico individual y la capacidad fermentativa de sus microbios intestinales.

Qué comer o no comer como medio para mejorar los síntomas de la EII es una de las principales preguntas de los pacientes después del diagnóstico. Aunque no hay una respuesta simple y los cambios en la dieta no son un sustituto del tratamiento médico, hemos preparado una nueva infografía sobre los componentes dietéticos a favorecer y limitar para ayudar a los pacientes con EII.

El síndrome del intestino irritable se considera hoy en día un trastorno ligado a la comunicación intestino-cerebro y las pruebas emergentes abundan en una implicación de los microbios intestinales. El Dr. James Versalovic actualiza lo que sabemos hasta ahora sobre la contribución de una microbiota intestinal alterada al desarrollo de esta enfermedad y las herramientas disponibles respaldadas por la ciencia para aliviar los síntomas.

¿Qué lleva a un periodista o escritor a querer publicar otro libro sobre la importante comunidad de bacterias que habita nuestros intestinos? Para responder a esta pregunta hemos hablado con Cristina Sáez, periodista científica que, junto a la Fundación Alicia, ha publicado recientemente “La ciencia de la microbiota”.

Las reacciones adversas a los alimentos son cada vez más numerosas y pueden dividirse en sensibilidades alimentarias e intolerancias alimentarias. Conoce más sobre las diferencias entre ellas y el factor más importante al que debe prestar atención antes de seguir una dieta restrictiva como medio principal para mejorar tus síntomas.

La vida rural, el parto vaginal, la propiedad de mascotas, el consumo de una amplia variedad de alimentos, el bajo uso de antibióticos y la microbiota de la leche materna pueden evitar que sus hijos desarrollen una alergia respiratoria o alimentaria. Pero ¿qué pasaría si las diferencias en la microbiota intestinal pudieran predecir qué niños se recuperarán de sus alergias?

El término “simbiótico”, menos conocido que los de “probiótico” y “prebiótico”, surgió en 1995. En 2019, un grupo de científicos se reunió para proponer una nueva definición. Descubra por qué los simbióticos son más que la mera combinación probiótico-prebiótico y lo que pueden aportar a nuestra salud.