El interior de nuestro intestino podría compararse a una selva tropical: un ecosistema rico y diversificado, repleto de vida, cuyos habitantes, los microorganismos, se disputan los recursos como los nutrimentos o el espacio. En las personas sanas, se mantiene un equilibro delicado, en el que las bacterias beneficiosas superan en número a las que provocan enfermedades. Sin embargo, cuando las…
El interior de nuestro intestino podría compararse a una selva tropical: un ecosistema rico y diversificado, repleto de vida, cuyos habitantes, los microorganismos, se disputan los recursos como los nutrimentos o el espacio. En las personas sanas, se mantiene un equilibro delicado, en el que las bacterias beneficiosas superan en número a las que provocan enfermedades. Sin embargo, cuando las…