Los científicos han descubierto cómo los cambios en la composición y las funciones de la microbiota intestinal impulsan los síntomas asociados al SII

Los investigadores sugieren que actuar sobre la microbiota intestinal desde el exterior puede ayudar a aliviar los síntomas del SII gracias al papel central que parecen desempeñar los microbios intestinales. Prueba de ello es, en primer lugar, que una de cada diez personas que padecen episodios de gastroenteritis no se recuperan y desarrollan síntomas de SII. En segundo lugar, los antibióticos pueden aumentar el riesgo de SII al alterar la microbiota intestinal. Por último, ciertos probióticos y antibióticos de acción local  han resultado eficaces como tratamiento para el SII.

Se ha progresado significativamente en la comprensión de la vinculación entre una microbiota intestinal alterada y el SII tanto en niños como en adultos. Por ejemplo, las enterobacterias y Clostridioides difficile, comúnmente presentes en una microbiota intestinal sana, son más numerosas en las personas con SII y pueden contribuir a los síntomas.

Más allá de la composición, las funciones de la microbiota intestinal también pueden verse alteradas en el SII. Como tal, es común que el metabolismo del hidrógeno y los carbohidratos de la microbiota intestinal se alteren en pacientes con SII, lo que puede contribuir a la formación de gases y al dolor abdominal.

 

La microbiota intestinal arroja pistas para desarrollar nuevos tratamientos y herramientas de diagnóstico para el SII

A pesar de que los periódicos y las redes sociales proponen todo tipo de dietas interminables y suplementos alimenticios para aliviar los síntomas del SII, escasean los que han sido rigurosamente probados en estudios en humanos. Entre estos se encuentran las dietas que cambian la microbiota intestinal, de las que se ha demostrado que controlan con éxito los síntomas en algunos pacientes con SII.

Este es el caso, por ejemplo, de la dieta baja en FODMAP y otros patrones nutricionales que restringen la cantidad de carbohidratos en la dieta. Los probióticos específicos, los prebióticos y la combinación de ambos como los simbióticos, también han demostrado tener potencial para tratar el SII.  Sin embargo, existe un debate sobre el enfoque único utilizado para mejorar la variedad de síntomas causados por el SII  y debido a la complejidad de esta afección, se tiende a abogar por un plan personalizado para reducir los síntomas del SII.

Además de utilizarse como medio para desarrollar nuevos tratamientos, la microbiota intestinal sirve para clasificar a los pacientes en grupos específicos que permiten personalizar mejor los tratamientos y optimizar el número de personas que respondan a ellos.

En esta entrevista con motivo  del 10º aniversario de GMFH, el Dr. James Versalovic, vicepresidente del Baylor College of Medicine, catedrático de patología y jefe del servicio de patología del Texas Children’s Hospital (EEUU), nos habla de la relevancia de la conexión microbiota-intestino-cerebro en el SII y el potencial que ofrece la microbiota intestinal como medio para diagnosticar y controlar mejor los síntomas del SII basándose en un enfoque personalizado.




¿Has visto ya nuestras entrevistas anteriores con nuestros expertos? Si no es así, ¡no te las pierdas!

Mantente atento a las próximas entrevistas en vídeo con miembros de la Junta de Expertos de GMFH y no olvides unirte a la conversación en Twitter (Twitter @GMFHx, Twitter @GutmicrobiotaWW) usando el hashtag #GMFH10years.