Cada vez más pruebas sugieren que la diversidad y la riqueza también son beneficiosas para la microbiota intestinal

Somos todos microbianos y nuestro intestino grueso ha sido descrito como uno de los ecosistemas más densamente poblados de la Tierra.   Una relación provechosa para ambas partes.   Nuestro intestino alberga más de 100 billones de microbios.  Por su parte, los microbios intestinales (en su gran mayoría bacterias, pero también virus, hongos y protozoos) producen miles de metabolitos y complementan muchas de las funciones del huésped, incluidos la digestión de los alimentos y el desarrollo del sistema inmunitario.

Sin embargo, el estilo de vida moderno y las enfermedades crónicas pueden perturbar el delicado equilibrio alcanzado entre los diferentes microorganismos intestinales. Más que la composición de la microbiota intestinal por sí sola, una gran cantidad de especies diferentes y su distribución uniforme en el intestino (diversidad) y la cantidad de genes como una medida de sus funciones potenciales (riqueza), son características de la microbiota intestinal que se observan en personas sanas y que disminuyen en la enfermedad.

 

¿Cómo restaurar la riqueza y la estabilidad de la microbiota intestinal basándose en la ciencia?

El tipo de nacimiento y la alimentación temprana constituyen los primeros contactos entre el cuerpo y los microbios beneficiosos y este período marca una etapa de desarrollo importante de la relación de esos microbios con los humanos.

A medida que envejecemos, el estilo de vida y en particular la dieta, se convierten en nuestra herramienta más poderosa para preservar la riqueza de la microbiota intestinal y un intestino sano.  Ciertos alimentos, los nutrientes y la dieta en general pueden influir en la abundancia y las funciones de los microorganismos intestinales, lo cual a su vez puede afectar a la salud y la calidad de vida.

La mejor receta para alcanzar una riqueza y una diversidad óptimas es incluir en la dieta alimentos de origen vegetal ricos en fibra y polifenoles, alimentos ricos en omega-3 y glutamina, y alimentos fermentados que proporcionan microbios vivos con potenciales beneficios para la salud.

En esta entrevista, por el 10º aniversario de GMFH, el Dr. Joël Doré, director de investigación del Instituto INRAE Micalis y MetaGenoPolis, nos pone al día acerca de las razones por las que cuidar la estrecha relación con nuestros microbios es crucial para una salud humana equilibrada.




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