Cada vez más estudios en el campo del microbioma demuestran que podemos sacar partido de microbios intestinales a través de la dieta para ejercer efectos beneficiosos en el cerebro y el comportamiento. ¿Qué intervenciones dirigidas al microbioma intestinal se han estudiado como posibles enfoques para la salud mental?

El síndrome del intestino irritable se considera hoy en día un trastorno ligado a la comunicación intestino-cerebro y las pruebas emergentes abundan en una implicación de los microbios intestinales. El Dr. James Versalovic actualiza lo que sabemos hasta ahora sobre la contribución de una microbiota intestinal alterada al desarrollo de esta enfermedad y las herramientas disponibles respaldadas por la ciencia para aliviar los síntomas.

Lo que sucede en nuestro intestino puede afectar a los órganos distales que aparentemente no están conectados con éste. El Dr. Premysl Bercik explora los hallazgos de estudios recientes sobre el vínculo entre el microbioma y los trastornos neurológicos.

Si bien existe un creciente interés por el papel de la dieta en el comportamiento, los estudios actuales han arrojado resultados inconsistentes a la hora de designar directamente al microbioma intestinal como la causa de ciertos comportamientos como la ansiedad, la depresión y el comportamiento autista. Un estudio reciente trata de abordar la cuestión de si el microbioma intestinal está directamente relacionado con los trastornos del espectro autista.

Una microbiota intestinal equilibrada es fundamental para la salud mental. Profundizamos en cómo las bacterias intestinales afectan nuestro sistema nervioso central, incluso en las etapas más tempranas de la vida, y cómo algunos científicos están tratando de encontrar formas de atacar el microbioma intestinal para mejorar o tratar los síntomas de enfermedades neurológicas.

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