Las enfermedades inflamatorias intestinales (EII), que incluyen la colitis ulcerosa (CU) y la enfermedad de Crohn (EC), son trastornos gastrointestinales en los que un estallido de inflamación juega un papel central. Los pacientes con EII sufren de diarrea, dolor abdominal, heces con sangre, pérdida de peso, fiebre y fatiga. Hay dos fases de la enfermedad: una fase de remisión sin síntomas y una fase activa, también llamada «brote», durante la cual los pacientes experimentan síntomas debido al aumento de la inflamación. No hay cura para la EII, y el objetivo es continuar en remisión durante el mayor tiempo posible usando dieta y medicamentos antiinflamatorios.
Se ha demostrado que las fibras dietéticas que se encuentran en frutas, verduras, cereales y alimentos con almidón estimulan la producción de ácidos grasos de cadena corta (AGCC) por las bacterias intestinales. Una de las fibras más estudiadas con la capacidad de estimular el crecimiento de bacterias beneficiosas intestinales son los β-fructanos (fructooligosacáridos e inulina) que son moléculas largas de carbohidratos compuestas de varias unidades de fructosa. Las bacterias que poseen las enzimas que son capaces de romper enlaces específicos en complejos β-fructanos en unidades simples de azúcar producirán AGCC que regulan el sistema inmunológico y estimulan la reparación del colon. Sin embargo, el papel de las fibras dietéticas en pacientes con EII que temen sufrir brotes, ha sido ignorado en gran medida.
En conjunto, ¿las fibras dietéticas aumentan, promueven o disminuyen los síntomas de inflamación en individuos con EII? Esta es una pregunta que el Dr. Armstrong et al pretendían responder.
Los autores encontraron que los fructanos sin fermentar estimulan la inflamación y conducen a cambios en la barrera intestinal en un subconjunto de muestras de biopsia de pacientes pediátricos con EII. De hecho, los fructanos presentes en el tracto gastrointestinal pueden unirse a las células humanas involucradas en el sistema inmunológico, como monocitos y macrófagos, estimulando así una respuesta inflamatoria.
En una segunda parte, los investigadores mostraron que la fermentación de fructanos aumenta las liberaciones de los AGCC beneficiosos y, por lo tanto, reduce la inflamación. La microbiota intestinal de los pacientes con EII en brote, por otro lado, es incapaz de fermentar adecuadamente las fibras y, por lo tanto, producir menos AGCC. Los fructanos no solo estimulan las respuestas inflamatorias en las muestras de biopsia, sino que los pacientes con EII en brote carecen de AGCC capaces de reducir la inflamación.
El equipo de investigadores también encontró que los pacientes con EII con una alta producción de compuestos inflamatorios en el intestino consumían menos fibra tipo fructanos, lo que sugiere que los pacientes, sin saberlo, evitan tales fibras para mejorar los síntomas.
Finalmente, los autores confirmaron la respuesta proinflamatoria de los fructanos en un pequeño grupo de pacientes adultos con CU. Para la mayoría de los pacientes con CU en remisión, la suplementación de fructanos (15 g / d durante 6 meses) resultó en un menor riesgo de brote. Sin embargo, en un subconjunto de pacientes con CU, los fructanos aumentaron la inflamación y no protegieron contra los brotes. Estos hallazgos muestran que incluso el mismo tipo de fibra puede conducir a una mejora o empeoramiento de los brotes dependiendo de la microbiota intestinal, el curso de la enfermedad y el tipo de fibra, que los investigadores desean explorar en estudios futuros.
En conclusión, mientras que los fructanos son beneficiosos en individuos sanos, este tipo de fibra dietética puede tener efectos positivos o perjudiciales dependiendo de la microbiota intestinal individual y el curso de la enfermedad (remisión o enfermedad activa). Estos hallazgos subrayan la necesidad de una terapia nutricional personalizada sobre una dieta única para todos en individuos con SII.
Referencias:
Armstrong HK, Bording-Jorgensen M, Santer DM, et al. Unfermented β-fructan Fibers Fuel Inflammation in Select Inflammatory Bowel Disease Patients. Gastroenterology. 2023;164(2):228-240. doi:10.1053/j.gastro.2022.09.034
Shin A, Kashyap PC. Promote or Prevent? Gut Microbial Function and Immune Status May Determine the Effect of Fiber in Inflammatory Bowel Disease. Gastroenterology. 2023 Feb; 164(2):182-184. doi:10.1053/j.gastro.2022.11.022