2016 ha sido un año importante para la plataforma de Gut Microbiota for Health (GMFH): ¡incluso hemos cambiado de apariencia! El 1 de febrero de 2016, el equipo de GMFH lanzaba con orgullo una nueva web convirtiéndonos en el más amplio ecosistema en línea dedicado a la microbiota intestinal.

Nuestra nueva página cuenta con la sección News Watch en la que se explica esta innovadora ciencia de la microbiota intestinal en un lenguaje sencillo (en español, inglés y francés) y la sección Research & Practice para fomentar el intercambio de conocimientos entre científicos y profesionales de la salud. Esta nueva versión mejorada de nuestro sitio web ha recibido un número récord de visitas: casi 35.000 al mes. ¡Y nuestra comunidad de seguidores de Twitter, de seguidores de Linkedin, de fans de Facebook y suscriptores de la newsletter supera ya los 40.000!

¡El gran número de estudios de microbiota intestinal publicados durante 2016 no ha dado tregua a nuestro equipo! Les hemos ofrecido artículos, nuevas infografías, vídeos y una amplia oferta de nuevos contenidos en dos nuevas secciones (Resources y Media Centre).

Durante 2016, el equipo de GMFH ha cubierto acontecimientos relevantes que han reunido a científicos, industria y demás expertos del ámbito de la microbiota intestinal. Entre ellos, cabe destacar nuestra Cumbre Mundial sobre Microbiota Intestinal para la Salud,  celebrada en Miami (Estados Unidos), el XVII Congreso Mundial de Dietética  de Granada (España), en el que aprendimos que la microbiota es un tema de interés creciente para la práctica diaria de los nutricionistas, o la 24th UEG Week para gastroenterólogos de Viena (Austria). También hemos asistido a «Discover the world within», un evento organizado por la Canadian Digestive Health Foundation en Toronto (Canadá) y al Simposio sobre probióticos de Harvard en Boston (Estados Unidos), dedicado a la salud metabólica y al eje intestino-cerebro. Por otra parte, nuestra plataforma ha sido reconocida «Iniciativa ConSalud del año», galardón concedido por el grupo español Mediforum al programa más destacado del año centrado en la salud, y seleccionada como uno de los mejores blogs de salud intestinal del 2016 en la lista elaborada por Healthline.

 

A continuación, presentamos algunos de los avances más relevantes del 2016 en el ámbito de la ciencia del microbioma intestinal seleccionados por nuestro equipo de edición:

Obesidad y salud metabólica

Los científicos ya sabían que la microbiota intestinal desempeña un papel esencial en la obesidad pero, hasta la fecha, todas las investigaciones que comparaban individuos obesos y delgados se habían focalizado en el coeficiente entre los grupos de bacterias firmicutes y bacteroidetes. Este año, algunos estudios se han centrado en especies y metabolitos bacterianos específicos de gran relevancia. Por ejemplo, los investigadores han descubierto recientemente que la bacteria intestinal Akkermansia muciniphila mejoraba la salud metabólica de los ratones, al igual que de las personas con sobrepeso o síndrome metabólico. Más ensayos en humanos serán necesarios para determinar si esto podría traducirse en una nueva terapia contra la obesidad.

También se han investigado las moléculas producidas por bacterias, como los ácidos grasos de cadena corta (AGCC), en el contexto de la obesidad. En 2016, un estudio ha mostrado en roedores que el acetato, uno de los AGCC, estaba implicado en la comunicación con el cerebro responsable de los cambios en la digestión y del incremento en la ingesta de alimentos. Pero aún se requieren estudios adicionales tanto de modelos humanos como animales para descubrir cómo acabará esto influyendo en la salud.

 

Eje intestino-cerebro

El papel de las bacterias intestinales en la comunicación entre el sistema nervioso entérico (SNE) —el sistema nervioso de los intestinos— y las neuronas del cerebro sigue siendo un tema de gran interés entre los científicos. El «eje intestino-cerebro» nos ha dado a una perspectiva que va más allá del intestino. Estudios recientes han aportado nuevas pruebas sobre el papel de las bacterias intestinales en la enfermedad de Parkinson (EP), revelando en los ratones que bacterias intestinales provenientes de personas con EP empeoraban los síntomas motores. Por otra parte, se ha demostrado, también en ratones, que una especie determinada de bacteria intestinal afectaba a las interacciones sociales, apoyando así la idea de que deberían estudiarse más a fondo los probióticos para el tratamiento de ciertos comportamientos vinculados al autismo.

 

Enfermedad inflamatoria intestinal (EII)

Los científicos ya sabían que ciertos genes eran relevantes en la predisposición de los individuos al EII, pero los hallazgos de este año han desvelado que los genes podrían afectar a la inflamación vinculada a la EII influyendo en la microbiota intestinal. Asimismo, se ha confirmado que los hongos son al menos tan determinantes como las bacterias en los individuos que padecen EII (ver más). Y en cuanto a la previsión de la complicación de la EII, nuevos estudios han revelado que los anticuerpos producidos por el cuerpo contra los microorganismos podrían conducir a una nueva vía para mejorar los diagnósticos. (ver más).

 

Nutrición

Los beneficios de la microbiota intestinal en la salud son, al menos en parte, atribuibles a las moléculas producidas cuando las bacterias fermentan la fibra alimenticia. Una dieta pobre en fibra podría desembocar en una disminución irreversible de las bacterias alojadas en el intestino, un efecto que en estudios realizados con ratones perduraba hasta la cuarta generación.

Estos resultados ponen de manifiesto la necesidad de replantear nuestras recomendaciones de ingesta de fibra actuales para animar a un consumo más adecuado.

Los 100 primeros días de vida parecen ser cruciales para el entrenamiento del sistema inmunitario del bebé, y para ello se necesitan las bacterias adecuadas. La leche materna humana es a menudo el primer alimento de la microbiota del niño e investigaciones recientes han descubierto que los azúcares no digestibles (oligosacáridos) de la leche materna podrían estimular las bacterias intestinales que desempeñan un papel clave en el crecimiento del niño.

Numerosos factores, entre ellos la dieta materna y el modo de nacimiento, podrían tener un impacto en la primera microbiota del bebé. Los resultados obtenidos este pasado año han mostrado que una dieta rica en grasas durante el embarazo está vinculada a los cambios en el microbioma intestinal del bebé desde su nacimiento hasta las seis semanas de edad. De hecho, algunos científicos afirman que la dieta materna durante el embarazo podría tener un mayor impacto sobre la salud del niño que el hecho de que este haya nacido por parto natural o por cesárea.

La personalización de la dieta también ha sido un tema recurrente en los estudios sobre microbiota intestinal del pasado año. Un equipo de científicos de Israel ha llevado a cabo un amplio estudio que ha descubierto que la microbiota intestinal ayudaba a predecir qué alimentos podían aumentar el azúcar en sangre de los individuos. Basándose en las características de la microbiota intestinal de cada persona y con ayuda de algoritmos informáticos, consiguieron desarrollar dietas personalizadas que mantenían la glucosa en sangre estable después de la comidas.

En 2017, la plataforma GMFH continuará cubriendo los importantes progresos en el ámbito de la microbiota intestinal. Nuestra próxima cita será en París, en marzo, para seguir aprendiendo sobre microbiota intestinal y salud, durante la 6ª edición de la Cumbre Mundial sobre Microbiota Intestinal para la Salud.

¡No se lo pierdan!