La conexión intestino-cerebro: ¿producto publicitario o esperanza real?

La relación entre los microbios intestinales y la salud mental es una larga historia. Si bien los científicos aún desconocen los mecanismos exactos implicados en la manera en qué los microbios intestinales dan forma a los trastornos de salud mental como la ansiedad o la depresión, estudios emergentes sugieren que seguir una dieta equilibrada no solo es bueno para nuestra silueta, sino que podría mejorar nuestro estado de ánimo. Esto significa que al elegir una dieta rica en frutas, verduras y pescado, aumentan nuestras posibilidades de evitar trastornos de salud mental como la depresión.

Además, se ha demostrado que las bacterias probióticas específicas influyen en las funciones cerebrales, lo que nos lleva al concepto de psicobióticos, que incluyen probióticos y prebióticos, junto con otros medios para actuar sobre el microbioma en beneficio de la salud mental.

 

¿Qué significan los avances en la investigación del eje intestino-microbiota-cerebro para la gestión de los trastornos de salud mental y la vida cotidiana de las personas?

A lo largo del último decenio, los científicos han ido mejorando considerablemente su conocimiento sobre la comunicación entre las bacterias intestinales y el cerebro en términos de su influencia en los trastornos psiquiátricos, así como el papel del cerebro en el dolor abdominal y los hábitos intestinales alterados (estreñimiento o diarrea).

La microbiota intestinal de los pacientes con ansiedad y depresión difiere de la de los individuos sanos. Si se transfiere su microbiota fecal a ratones libres de gérmenes, estos acaban padeciendo  síntomas semejantes a la ansiedad y la depresión, lo que sugiere un papel causal de los microbios intestinales en estos trastornos comunes de salud mental.

Desafortunadamente, aún no somos capaces de aplicar a nuestra vida cotidiana los prometedores avances recientes en el uso del microbioma intestinal para abordar los trastornos psiquiátricos. La buena noticia, sin embargo, es que a gracias a nuestra comprensión de la importancia del intestino como impulsor de la salud mental, los tratamientos centrados en el microbioma intestinal podrían ayudar a mejorar el cerebro y la salud mental y predecir qué pacientes responderán mejor a las intervenciones médicas y nutricionales.

En esta entrevista con motivo del 10º aniversario de GMFH, el  Dr. Premysl Bercik, gastroenterólogo e investigador de la Universidad McMaster (Canadá), nos cuenta un poco más sobre si y cómo lo que comemos puede afectar al cerebro y a la salud mental a través de sus efectos sobre el microbioma intestinal.

 




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