Todo un clásico: empieza un nuevo año y una vez más, nos hemos propuesto adelgazar. Así que nos ponemos a dieta y perdemos unos cuantos kilos. Pero poco a poco volvemos a nuestros antiguos hábitos alimentarios y acabamos por recuperar todo lo perdido.

Seguir un régimen—una modificación temporal de nuestra alimentación, restringiendo el consumo de ciertos alimentos —puede conducir al resultado opuesto al esperado. La mayoría sabemos ya que no es la mejor manera de mantener nuestro peso a largo plazo. Pero ahora, un equipo de investigadores del Instituto Weizmann de Ciencias en Rehovot (Israel), dirigido por Eran Segal y Eran Elinav, ha revelado, gracias a un estudio con ratones, la razón por la que ponerse a dieta durante cortos periodos de tiempo podría resultar incluso más nocivo para el peso y la salud metabólica que no seguir ninguna dieta.

Durante su estudio, Elinav y Segal observaron que los ratones delgados que seguían una dieta rica en grasas engordaban, pero cuando volvían a comer normalmente, recuperaban rápidamente su peso anterior. Y cuando a continuación esos mismos roedores eran de nuevo sometidos a una dieta rica en grasas, volvían a engordar. Lo cual no es sorprendente.

La obesidad seguida de un corto periodo de dieta podría dejar secuelas duraderas en la microbiota intestinal

Pero lo curioso es que la segunda vez que los ratones se veían expuestos a la dieta rica en grasas, engordaban más rápido que la primera vez. Los científicos se preguntaron entonces por la causa de este aumento de peso acelerado.

Y encontraron una pista en el interior de los intestinos de los ratones. Cuando los roedores pasaban de delgados a obesos por primera vez, la composición de su microbiota intestinal se alteraba. Sin embargo, al perder peso tras la dieta, su microbiota intestinal no volvía a su composición inicial; como si la obesidad seguida de un corto periodo de dieta hubiese dejado secuelas duraderas en la microbiota intestinal.

Pero no se trataba de un cambio positivo: cuando los investigadores sometieron a un grupo de ratones a un régimen rico en grasas, observaron que los que habían recibido microbiota de roedores que habían seguido una dieta aumentaban de peso más rápidamente que los que habían recibido microbiota de ratones de mismo peso que nunca habían estado a dieta. Por tanto, la dieta rica en grasas y la disbiosis (causada por la dieta) parecen crear las condiciones ideales para volverse obeso con rapidez.

Pero el lado positivo de este estudio es que permitió a los científicos hallar dos maneras de corregir el aumento de peso acelerado tras la dieta. En el caso de los ratones que habían desarrollado una disbiosis de la microbiota tras la dieta, los trasplantes de ratones sanos con una dieta normal frenaron el segundo aumento de peso. Por otra parte, la administración diaria a los ratones que se habían sometido a dieta de una combinación de apigenina y naringenina, dos flavonoides (compuestos de origen vegetal presentes en los alimentos) tenía el mismo resultado, pero sin afectar a la composición del microbioma.

Las conclusiones de esta investigación nos alertan sobre las dietas cortas, ya que pueden «marcar» la microbiota intestinal de forma que esta provoca una aceleración de la toma de peso en el contexto de una dieta empobrecida. Aunque aún es pronto para decir si estos hallazgos pueden aplicarse al hombre.

Para los humanos, lo esencial es determinar si la alimentación de referencia es relevante a la hora de seguir un régimen—más concretamente, si pasar temporalmente de una dieta rica en grasas a una normal (nutricionalmente equilibrada) tiene el mismo efecto en la microbiota intestinal que, por ejemplo, pasar de una dieta normal a otra baja en calorías.

Desafortunadamente, siguen siendo demasiadas las personas que no consiguen mantener su peso a largo plazo, en detrimento de su salud. Según los profesionales de salud, los cambios en el estilo de vida, incluidos alimentación y ejercicio, serían más efectivos que las dietas a la hora de perder peso a largo plazo. Con el tiempo, un mejor conocimiento de cómo la microbiota intestinal afecta a la obesidad y a la salud metabólica podría conducir a nuevas maneras de perder peso a largo plazo.

 

Referencias:

Thaiss CA, Itav S, Rothschild D, et al. Persistent microbiome alterations modulate the rate of post-dieting weight regain. Nature. 2016; 540:544-551.