Cada vez somos más conscientes del papel clave de la microbiota intestinal en la salud y queremos saber más acerca de cómo esas bacterias pueden influir en el riesgo de alergias, obesidad, o incluso cáncer.

Para dar respuesta a estas inquietudes, laboratorios del mundo entero han comenzado a vender kits de recolección de heces para tomar muestras en casa y luego enviarlas al laboratorio, que las analizará para detectar, en teoría, desde la celiaquía hasta las alergias alimentarias, pasando por un intestino permeable. Las empresas que ofrecen este servicio lo presentan como “la prueba definitiva para los problemas de salud”.

Pero ¿son realmente útiles estas pruebas? Hemos entrevistado a tres expertos: Andrea Hardy, dietista de Calgary (Canadá); Fernando Azpiroz, gastroenterólogo en el Hospital Universitari Vall d’Hebron de Barcelona; y Joël Doré, Director de investigación en el INRAE (el instituto francés para la investigación de la agricultura, la alimentación y el medio ambiente) acerca de los análisis de heces y de microbiota intestinal, para saber más sobre ellos y sus límites.

 

Los análisis de microbiota fecal están cada vez más en boga: algunos recurren a ellos por curiosidad, aconsejados por sus amistades y otros de manera más seria, por indicación de un profesional de la salud. ¿Qué se puede aprender de estas pruebas?

Andrea Hardy: Los análisis de heces son sin duda un tema fascinante. Sin embargo, hoy por hoy, queda mucho por investigar antes de descubrir la relevancia clínica de estos análisis y de las recomendaciones de salud derivadas de los resultados obtenidos. Estoy expectante por ver cómo progresan las investigaciones, pero ahora mismo, utilizar un análisis de microbiota fecal para determinar el estado de salud de una persona es un desperdicio de dinero.

Fernando Azpiroz: Sencillamente, son una tomadura de pelo. No existen datos que corroboren la utilidad de estas pruebas que se venden sin receta médica. Incluso los análisis completos de ADN siguen sin tener una aplicación práctica, porque se trata de algo realmente complejo. No consiste solo en identificar un patógeno nocivo, sino que la microbiota intestinal es un ecosistema en el que desconocemos el significado de las variaciones, los cambios o las combinaciones de la microbiota.

 

¿Para qué recomendaría esta prueba en la actualidad?

Joël Doré: Los perfiles microbianos obtenidos en la actualidad no tienen utilidad alguna para el ámbito médico, ya que este solo puede confiar en análisis estandarizados como los análisis de sangre comúnmente prescritos. Sin embargo, es bastante probable que en un futuro no muy lejano los médicos puedan prescribir y utilizar los perfiles microbianos. Cada vez se acumulan más pruebas científicas que nos hacen vislumbrar la importancia que tendrán en el diagnóstico, las predicciones, la prevención y los cuidados, especialmente en enfermedades crónicas. Pero aún tienen que demostrarse sus beneficios y podrían ser necesarios años de aplicación hasta que finalmente se puedan reembolsar.

Andrea Hardy: Se necesitan más estudios que respalden su uso, más concretamente que demuestren que utilizar los marcadores en los resultados de la prueba y aplicar recomendaciones sobre la alimentación y el estilo de vida basadas en esos resultados tiene un impacto medible en la salud.

 

¿Hoy por hoy, como nutricionista y científico, qué consejos darían a aquellos interesados en hacerse una de estas pruebas?

Joël Doré: Si tomo una muestra y la envío a una empresa de servicios para su análisis, recibiré un informe sobre la composición de mi microbiota intestinal. Lo cual tiene su gracia. Obtener números y nombres raros que describen mi “interior” podría ayudar a cualquiera a concienciarse de que somos microbianos.

Yo mismo, como científico, he suministrado muchas muestras de heces para desarrollar las técnicas que existen actualmente. ¡Me parece divertidísimo tener un “selfie” de nuestro ser interior! Pero si realmente lo que ha motivado a la persona a hacer la prueba es un síntoma intestinal o una enfermedad, es demasiado pronto para poner demasiadas esperanzas en estas pruebas y yo le recomendaría ir al médico.

Andrea Hardy: ¡Les diría que no tiren el dinero y se centren en volver a lo básico! Con cualquier análisis, la pregunta clave es: “¿fundamentará esta prueba mi intervención?” La realidad es que no disponemos de ningún estudio que respalde esto. El análisis no fundamenta mi intervención como dietista, mi objetivo con todos los pacientes interesados en su salud intestinal es aumentar el aporte de fibra y la variedad y disminuir la ingesta de productos animales, alcohol y grasas saturadas. Ahora mismo, las recomendaciones no cambiarían basándose en el análisis de la microbiota intestinal.