Lo que comemos constituye uno de los factores más decisivos a la hora de mantener el microbioma intestinal en buen estado; incluso es más importante que los genes. Sin embargo, no está claro si la dieta configura el microbioma intestinal de manera semejante en las personas de distintos países que consumen diversos tipos de dietas, ni hasta qué punto los microorganismos de los alimentos tienen efecto en el intestino humano.

Tras analizar los datos de 21 561 personas de Estados Unidos, Reino Unido e Italia, los científicos hallaron que la cantidad de alimentos saludables de origen vegetal que se consume, más que el tipo de dieta que se siga, parece tener un impacto más significativo en los microbios intestinales que promueven la salud cardíaca.

A fin de hallar firmas microbianas relacionadas con la dieta, los autores aprovecharon el genoma colectivo, así como los genes de los microorganismos intestinales, de un amplio conjunto de datos sobre microbiomas basado en muestras de heces de 21 561 participantes, que también notificaron sus patrones dietéticos a largo plazo. Al analizar el ADN microbiano de las heces (procedimiento conocido como metagenómica shotgun) a través de métodos de aprendizaje automático, el personal investigador pudo identificar microorganismos hasta el nivel de las cepas y estimar el potencial funcional microbiano.

Las dietas vegana, vegetariana y omnívora se asociaron a perfiles de bacterias intestinales altamente distinguibles que pueden influir en la salud. La dieta vegana se asoció a bacterias intestinales más ventajosas, como los productores de ácidos grasos de cadena corta, con potenciales beneficios para la salud cardíaca.

Por el contrario, quienes consumían carnes rojas mostraron niveles más altos de microbios que colaboran en la digestión de la carne y se asocian a un mayor riesgo de padecer cáncer de colon, enfermedad inflamatoria intestinal y trastornos cardiovasculares. Los vegetarianos mostraron una firma intestinal intermedia, situada entre la de los veganos y los omnívoros.

Ello no significa que las personas que sigan una dieta mixta, con alimentos de origen animal, sentenciarán su salud intestinal necesariamente. Cada grupo de alimentos tiene un efecto único en el intestino y quienes seguían una dieta omnívora compartían algunas bacterias intestinales con los vegetarianos y veganos, en especial si comían cantidades semejantes de frutas, verduras, cereales integrales y legumbres en el menú.

No obstante, la realidad es que las personas del estudio que consumían una dieta mixta comían una cantidad notablemente menor de alimentos saludables de origen vegetal que los veganos o vegetarianos, lo cual limita los beneficios intestinales que se observaron en estos dos grupos.

Los alimentos también produjeron la adquisición de microbios procedentes de la comida, sobre todo de los lácteos. Por ejemplo, la especie Streptococcus thermophilus, que se suele usar en la producción de yogur, fue la que mayor capacidad ofreció para diferenciar entre microbiomas intestinales de veganos y vegetarianos. Los microorganismos asociados a los alimentos presentaban un mayor nivel en los omnívoros y los vegetarianos que consumen lácteos, frutas y verduras. En cambio, el microbioma fecal de los veganos compartía la menor cantidad de microorganismos con los alimentos. Los lácteos, las frutas y las verduras fueron los productos que más transfirieron sus microorganismos al microbioma intestinal de los participantes, lo cual resalta el hecho de que la tierra y las prácticas de cultivo de vegetales también pueden contribuir a la diversidad del microbioma intestinal del ser humano.

En resumen, los nuevos hallazgos hechos en una amplia población con dietas veganas, vegetarianas y omnívoras muestran una diversidad microbiana intestinal que refleja patrones dietéticos, siendo las dietas de origen vegetal las que promueven la salud intestinal. Omnívoros, veganos y vegetarianos comparten microbios impulsados por la totalidad de la dieta y que se superponen a los microorganismos inherentemente presentes en lácteos, frutas y verduras.

 

Referencias:

  1. Fackelmann G, Manghi P, Carlino N, et al. Gut microbiome signatures of vegan, vegetarian and omnivore diets and associated health outcomes across 21,561 individuals. Nat Microbiol. 2025; 10(1):41-52. doi: 10.1038/s41564-024-01870-z.
  2. Wicaksono WA, Cernava T, Wassermann B, et al. The edible plant microbiome: evidence for the occurrence of fruit and vegetable bacteria in the human gut. Gut Microbes. 2023; 15(2):2258565. doi: 10.1080/19490976.2023.2258565.