La historia del concepto de simbiótico

Los científicos Gibson y Roberfroid acuñaron el término “simbiótico” en 1995 para referirse a una combinación entre un probiótico y un prebiótico.

En 2019, un grupo de científicos se reunió bajo los auspicios de la Asociación Científica Internacional de Probióticos y Prebióticos (International Scientific Association for Probiotics and Prebiotics – ISAPP)   para actualizar le definición y las aplicaciones de los simbióticos. Esta nueva definición de simbiótico sigue las revisiones previas de las definiciones de  probióticos (2014) y prebióticos (2017).

La nueva definición de simbiótico lo describe como “una mezcla que contiene microorganismos vivos y sustrato/s utilizado/s selectivamente por los microorganismos* del huésped que confiere un beneficio a la salud del huésped.”

Tras llegar a la conclusión de que un simbiótico no es solo una combinación de un probiótico y un prebiótico, los científicos han diferenciado dos tipos de simbióticos:

  • Los simbióticos complementarios: tanto el probiótico como el prebiótico que componen el simbiótico funcionan independientemente para aportar beneficios para la salud. Los probióticos son microorganismos vivos que, administrados en cantidades adecuadas, confieren un beneficio para la salud del huésped. Los prebióticos son el alimento de la microbiota intestinal. Casi todos los simbióticos disponibles en el comercio lo están bajo la forma de complementarios.
  • Simbióticos sinérgicos: probiótico y prebiótico trabajan como un equipo para aportar beneficios a nuestra salud. Un ejemplo de simbiótico sinérgico sería la combinación de una bacteria beneficiosa como la especie Lactobacillus y su alimento favorito, la lactosa (el azúcar más abundante en la leche) que fomenta su crecimiento de forma selectiva en lugar de favorecer a todos los miembros beneficiosos de la microbiota intestinal. Tanto las bacterias probióticas como los prebióticos trabajan juntos (no de forma independiente) para aportar beneficios a la salud.

 

¿Qué pueden hacer los simbióticos por nosotros?

Los beneficios para la salud de los simbióticos no se limitan a la salud intestinal, sino que también pueden llegar a otras partes de nuestro cuerpo, como a la piel, por ejemplo.

El panel de expertos que ha establecido la nueva definición de simbióticos explica que los simbióticos complementarios administrados por vía oral han demostrado en ensayos humanos que contribuyen a mejorar el síndrome metabólico, el síndrome del intestino irritable, la enfermedad inflamatoria intestinal, la diarrea y la dermatitis atópica, entre otros.

 

Los simbióticos en la práctica

Los simbióticos son más frecuentes en nuestra vida cotidiana de lo que nos imaginamos. Consisten en recetas sabrosas y prácticas que nos permiten beneficiarnos de los probióticos y prebióticos a la vez. Por ejemplo, un tentempié que incluya un yogur y cereales integrales o una fruta será beneficioso para la salud ¡y estaremos consumiendo un simbiótico!

Si dese saber más sobre la nueva definición de los simbióticos y cómo se formulan, puede consultar la nueva infografía de ISAPP.

*Los microorganismos del huésped se refieren tanto a los de la microbiota intestinal como a aquellos en forma de probióticos.

 

 

Referencias:

Gibson GR, Roberfroid MB. Dietary modulation of the human colonic microbiota: introducing the concept of prebiotics. J Nutr. 1995; 125(6):1401-12. doi: 10.1093/jn/125.6.1401.

Swanson KS, Gibson GR, Hutkins R, et al. The International Scientific Association for Probiotics and Prebiotics (ISAPP) consensus statement on the definition and scope of synbiotics. Nat Rev Gastroenterol Hepatol. 2020. doi: 10.1038/s41575-020-0344-2.