185825534Diversas investigaciones han puesto de manifiesto que la microbiota de las personas obesas difiere considerablemente de la de los individuos delgados. Ahora, un estudio realizado por los investigadores de la Universidad Laval, en Canadá, en colaboración con Nestlé, acaba de dar un paso más al demostrar que, con ayuda de probióticos, sería posible modificar el equilibrio de la microbiota intestinal para aumentar el número de bacterias digestivas que fomentan un peso saludable.

Para ello, el profesor Angelo Tremblay y sus colegas trabajaron con 125 hombres y mujeres con sobrepeso y sometidos a un régimen para adelgazar. Además de la dieta, a la mitad de ellos les suministraron dos píldoras diarias que contenían probióticos de la familia del Lactobacillus rhamnosus, mientras el resto de los participantes consumía un placebo. Los resultados mostraron que, en un plazo de tan solo doce semanas, las mujeres del grupo que consumió probióticos habían perdido 4,4 kilos de peso con el régimen, mientras que el grupo que únicamente seguía una dieta para adelgazar bajó su peso en 2,6 kilos. Además, en los meses siguientes las mujeres que habían consumido probióticos siguieron perdiendo peso, mientras que las que tomaron placebo se estabilizaron o continuaron engordando. Por otra parte, los científicos también observaron en las primeras una caída de los niveles de leptina, la hormona reguladora del apetito y de la saciedad, así como una menor concentración de las bacterias intestinales vinculadas a la obesidad.

¿Y cómo explicar el caso de los hombres? “Desconocemos porqué los probióticos no afectaron a los hombres. Podría achacarse a la dosificación o un periodo de estudio demasiado breve”, argumenta el Profesor Tremblay. Los resultados de este estudio han sido publicados en la British Journal of Nutrition.