De entre los diversos tipos de carbohidratos existentes, los que mayor interés han despertado recientemente en los científicos son aquellos que resisten a la digestión en la parte superior del tracto gastrointestinal y que continúan su viaje hasta alcanzar los microorganismos presentes en el colon. La Dra. Bindels, profesora de la Universidad Católica de Lovaina (Bélgica), forma parte de estos científicos. Sus investigaciones en este ámbito se han centrado en descubrir si sería posible sacar provecho de los beneficios para la salud de los carbohidratos complejos como el almidón resistente y los prebióticos y mediante qué mecanismos.

“Es posible mejorar la sensibilidad a la insulina en sujetos sanos [mediante el almidón resistente]”, explica Bindels en una entrevista concedida a los editores de GMFH. Para apoyar su afirmación, cita varios ensayos que han demostrado que el consumo de almidón resistente en personas aquejadas de síndrome metabólico facilitaba la estabilización de su glucemia tras las comidas. Esto podría deberse a que este tipo de almidón es menos digestible que otros. El almidón resistente está compuesto por moléculas de glucosa ensambladas entre ellas para formar cadenas largas. Cuando penetra en el tracto digestivo, resiste a la descomposición en moléculas unitarias de glucosa —en parte, ya que contiene un porcentaje relativamente elevado de un elemento denominado amilosa. Las cadenas de glucosa de la amilosa son tan compactas que a las enzimas les resulta difícil cortarlas.

Tal y como recalca la Dra. Bindels, hoy por hoy, no sabemos aún si el almidón resistente puede realmente ayudar a una persona a perder peso

Pero tal y como recalca Bindels, hoy por hoy no sabemos aún si el almidón resistente puede realmente ayudar a una persona a perder peso. “En roedores obesos, el almidón resistente puede mejorar, de manera general, la sensibilidad a la insulina, así como el índice de masa grasa. Pero no conozco ningún estudio que haya revelado una mejora del índice de masa grasa en el hombre”, reconoce Bindels. En su opinión, la explicación a esto sería que nos encontramos ante mecanismos diferentes. El proceso por el que el almidón resistente afecta al control de la insulina de la glucemia podría diferir completamente de aquel por el que influye en el peso.

“¡Intentar entender estos mecanismos es lo que lleva motivando mi trabajo desde hace años! Es evidente que el almidón resistente actúa por medio de varios mecanismos”, continúa Bindels.

“Hemos descubierto que en roedores, el almidón resistente puede mejorar la sensibilidad a la insulina, independientemente de la microbiota intestinal, probablemente modulando los ácidos biliares”, añade. “Pero otros beneficios del almidón resistente pueden derivar de su capacidad para modular la microbiota intestinal”.

Quizá el almidón resistente no sea la solución para la obesidad; sin embargo, podría tener efectos positivos en la microbiota intestinal

Quizá el almidón resistente no sea la solución para las personas que padecen obesidad o síndrome metabólico que deseen perder peso, sin embargo, podría tener efectos positivos en su glucemia y su microbiota intestinal. Por otra parte, resulta sencillo consumir alimentos como plátanos verdes, guisantes y legumbres cocidas o patatas o arroz cocidos y posteriormente enfriados.

En el transcurso de sus investigaciones sobre la capacidad de ciertos componentes alimentarios para modificar la manifestación de enfermedades, Bindels se ha interesado asimismo por la manera en que los componentes alimentarios pueden afectar a la caquexia vinculada al cáncer, un estado de debilitamiento que conlleva una pérdida de masa muscular o de peso.

“Soy farmacéutica de formación, pero como tal, no puedo apoyar la toma de medicamentos, salvo en caso de absoluta necesidad”, afirma. “Estoy convencida de que podemos usar la dieta para modificar el metabolismo microbiano de nuestro intestino y de esta manera, influir en las enfermedades”.

 

Referencias:

Bindels LB, Neyrinck AM, Claus SP, et coll. Synbiotic approach restores intestinal homeostasis and prolongs survival in leukaemic mice with cachexia. The ISME Journal. 2016 ; 10 : 1456 ; -1470 :

Bindels LB, Seguar Munoz RR, Gomes-Neto JC, et al. Resistant starch can improve insulin sensitivity independently of the gut microbiota. Microbiome. 2017 ; 5:12.