Tras la estrecha relación entre dieta y salud intestinal y bienestar, se encuentran la composición y la actividad metabólica de la microbiota intestinal.
Es probable que ya haya experimentado síntomas gastrointestinales vinculados a su alimentación, que pueden empeorar con el consumo de un determinado alimento o grupo de alimentos. ¡No crea que eso solo le pasa a usted! Cada vez más gente padece trastornos digestivos a priori benignos, que sin embargo afectan a su calidad de vida. No es de extrañar, por tanto, que cada vez sean más numerosos los libros y blogs culinarios que proponen “dietas” para mejorar la salud intestinal en el mundo entero.
Entre todas estas “dietas” tan de moda destaca la Paleo (paleolítica), que consiste esencialmente en eliminar cereales, lácteos y leguminosas. A pesar de su buena aceptación, ni sus beneficios para la salud, ni sus efectos secundarios a largo plazo han sido aún documentados.
En un reciente estudio, Angela Genoni y sus colegas de la Universidad Edith Cowan (Australia) han demostrado que seguir una dieta paleo a largo plazo (durante más de un año) provoca cambios perjudiciales en la composición de la microbiota intestinal y una subida de los niveles de N-óxido de trimetilamina (TMAO), un compuesto orgánico vinculado al desarrollo de enfermedades cardiovasculares.
En comparación con sujetos sometidos a una dieta equilibrada típicamente australiana, las personas que seguían una dieta paleo presentaban un impacto negativo en la microbiota intestinal, caracterizado por:
- Una mayor presencia de microbios intestinales (como Hungatella) que producen niveles más elevados de TMAO, – compuesto responsable del estrechamiento o de la obstrucción de las arterias y
- Niveles más bajos de bacterias intestinales beneficiosas, como Bifidobacterium y Roseburia, que fermentan las fibras alimentarias.
Estas alteraciones de la microbiota intestinal van acompañadas de niveles elevados de TMAO en sangre, especialmente en los individuos sometidos a una dieta paleo estricta.
Este estudio pone de manifiesto que la exclusión de ciertos alimentos puede impedir el correcto funcionamiento de la microbiota intestinal, con consecuencias más allá del intestino
Pero estos no son los únicos efectos adversos en la salud de los participantes. Los niveles elevados de TMAO en sangre y de microbios intestinales implicados en su producción en el grupo de la dieta paleo estaban relacionados con el bajo aporte de almidón resistente y cereales integrales. Ambos alimentos constituyen el combustible favorito de la microbiota intestinal y contribuyen por tanto a una salud intestinal óptima.
Este estudio pone de manifiesto que la exclusión de ciertos alimentos o grupos de alimentos puede impedir el correcto funcionamiento de la microbiota intestinal, con consecuencias más allá del intestino. Por ejemplo, una carencia de cereales en la alimentación de una persona puede afectar a su salud cardíaca.
Una dieta variada y equilibrada podría mejorar la salud intestinal y metabólica a través de la microbiota intestinal.
Si algún día decide modificar su dieta, le recomendamos evitar cualquier cambio radical y consultar a un profesional de la salud, como un dietista, quien podrá aconsejarle sobre sus elecciones alimentarias para mejorar su salud intestinal y bienestar general.
Referencias:
Böhn L, Störsrud S, Törnblom H, Bengtsson U, Simrén M. Self-reported food-related gastrointestinal symptoms in IBS are common and associated with more severe symptoms and reduced quality of life. Am J Gastroenterol. 2013; 108(5):634-41. doi: 10.1038/ajg.2013.105.
Genoni A, Christophersen CT, Lo J, et al. Long-term Paleolithic diet is associated with lower resistant starch intake, different gut microbiota composition and increased serum TMAO concentrations. Eur J Nutr. 2019. doi : 10.1007/s00394-019-02036-y.