Dietas ricas en grasas, bajas en grasas, bajas en carbohidratos, Paleo, veganas, etc., es difícil no perderse entre tanta dieta y tendencia, y elegir la mejor para nuestra salud. La dieta influye significativamente en la composición de la microbiota intestinal, y se ha documentado que la forma en que la microbiota intestinal metaboliza nuestros alimentos podría ser incluso más relevante que lo que comemos.

La manera en que nuestra microbiota intestinal metaboliza las grasas, los carbohidratos y las proteínas afecta a aspectos de nuestra salud como el sistema inmunitario o incluso la expresión genética. Son muchos los estudios que muestran cómo ciertas bacterias en nuestros intestinos fermentan las fibras no digeribles y producen ácidos grasos de cadena corta (AGCC), muy beneficiosos para la salud. Sin embargo, poco se sabe acerca de los efectos de la metabolización de las proteínas alimentarias en nuestra salud. La microbiota intestinal fermenta las proteínas ingeridas para producir pequeñas moléculas llamadas metabolitos como los aminoácidos de cadena ramificada, que pueden afectar a nuestro metabolismo. Los aminoácidos de cadena ramificada han sido vinculados a diversas enfermedades metabólicas como la diabetes tipo 2 y la obesidad, que constituyen problemas graves de salud pública. Una reseña publicada en Microorganisms pasa revista a estudios recientes que analizan el efecto de los metabolitos producidos por la fermentación de las proteínas por la microbiota intestinal.

La manera en que nuestra microbiota intestinal metaboliza las grasas, los carbohidratos y las proteínas afecta a nuestro sistema inmunitario e incluso a la expresión genética

Entonces, ¿cómo metaboliza la microbiota intestinal las proteínas? Cuando ingerimos alimentos, las enzimas presentes en la boca, el estómago y el intestino delgado degradan las proteínas en componentes más pequeños denominados aminoácidos. Algunas bacterias intestinales utilizan como fuente de energía los aminoácidos que no absorbemos. Posteriormente, en el intestino grueso, algunas bacterias fermentan los aminoácidos que producen ciertos compuestos llamados metabolitos. Estos metabolitos afectan a nuestro metabolismo, sistema inmunitario y sistema nervioso.

Un equipo de investigadores ha descubierto recientemente que una dieta rica en proteínas y baja en fibra, como la dieta occidental, afecta al tipo de metabolitos de proteínas producidas por las bacterias. Un consumo elevado de proteínas conlleva una mayor producción de metabolitos nocivos, mientras que un consumo elevado de fibra puede protegernos contra la inflamación y reducir el número de metabolitos nocivos creados por las bacterias. Es importante recalcar que no todas las proteínas fermentadas por las bacterias tienen efectos negativos. El indol, por ejemplo, que proviene de la proteína triptófano, es un aminoácido esencial, que mejora el sistema nervioso favoreciendo el desarrollo neuronal y la protección contra la esclerosis múltiple, una enfermedad autoinmune.

Sea cual sea nuestro consumo de proteínas, ingerir una cantidad adecuada de fibra es la mejor opción para nuestra salud, ya que contribuye a mejorar la microbiota

Los autores han concluido que sea cual sea nuestro consumo de proteínas, ingerir una cantidad adecuada de fibra es la mejor opción para nuestra salud, ya que también contribuye a mejorar la salud de la microbiota.

*Según cifras de la Organización Mundial de la Salud (OMS), a escala mundial, la obesidad se ha triplicado desde 1975 y la diabetes tipo 2 se ha más que cuadriplicado desde 1980

 

Referencia:

Diether NE, Willing BP. Microbial Fermentation of Dietary Protein: An Important Factor in Diet–Microbe–Host Interaction. Microorganisms. 2019; 7(1), 19. doi:10.3390/microorganisms7010019