Las reacciones adversas a los alimentos son cada vez más numerosas y pueden dividirse en sensibilidades alimentarias e intolerancias alimentarias. Conoce más sobre las diferencias entre ellas y el factor más importante al que debe prestar atención antes de seguir una dieta restrictiva como medio principal para mejorar tus síntomas.

La vida rural, el parto vaginal, la propiedad de mascotas, el consumo de una amplia variedad de alimentos, el bajo uso de antibióticos y la microbiota de la leche materna pueden evitar que sus hijos desarrollen una alergia respiratoria o alimentaria. Pero ¿qué pasaría si las diferencias en la microbiota intestinal pudieran predecir qué niños se recuperarán de sus alergias?

Según la Fundación para la Enfermedad Celíaca, la celiaquía afecta a 1 de cada 100 personas en todo el mundo. Para conmemorar el Día Internacional del Celíaco, GMFH entrevistó a la Dra. Elena Verdú de la Universidad McMaster (Canadá), quien nos explica algunos datos clave sobre la enfermedad.

Ciertos estudios han demostrado que las intolerancias alimentarias afectan a cerca del 20 % de la población de los países industrializados. Expertos repasan los datos disponibles hasta la fecha sobre intolerancias alimentarias comunes al gluten, a los FODMAP o a la histamina y los trastornos digestivos o no digestivos.

La nueva infografía descubre la manera en que la microbiota intestinal influye en el desarrollo de la sensibilidad alimentaria dejando claras las principales diferencias entre la sensibilidad alimentaria y la intolerancia alimentaria.

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