Cada año, 520.000 niños de menos de cinco años mueren en el mundo debido a la gastroenteritis aguda. De hecho, aunque a menudo se la considere una enfermedad benigna, la gastroenteritis constituye una de las causas principales de mortalidad infantil a escala mundial. Y algunas bacterias como Salmonella y Escherichia coli son responsables de entre el 10 y el 20 % de los casos de gastroenteritis en niños.

Ahora, un nuevo estudio realizado con roedores por investigadores de la escuela de medicina de la Universidad de Michigan ha sacado a la luz que algunas bacterias del intestino protegen a las crías de ratón de las infecciones que atacan su sistema digestivo.

Según esta investigación, publicada en Science, unas bacterias en particular podrían proteger de los efectos adversos de las infecciones gastrointestinales a los ratones recién nacidos. Estas bacterias que actúan como un escudo son una mezcla de géneros de los Clostridia.Durante una serie de experimentos, los científicos constataron que estas bacterias contribuían no solo a la digestión del ratón, sino también a la protección contra estas infecciones potencialmente mortales.

«Cualquier padre o madre sabe cuán vulnerables son los recién nacidos a las infecciones, incluidas las entéricas y las intestinales, durante el primer año de vida», explica Gabriel Núñez

«Cualquier padre o madre sabe cuán vulnerables son los recién nacidos a las infecciones, incluidas las entéricas y las intestinales, durante el primer año de vida», explica Gabriel Núñez, doctor en medicina, autor principal del estudio y profesor de patología en la Universidad de Michigan. «Estos trabajos sugieren que la falta de bacterias protectoras en la microbiota intestinal es una razón importante de esta susceptibilidad, quizás incluso más que la edad del sistema inmunitario».

Clostridia es un grupo de más de 100 especies de bacterias que habitan el intestino. Según los científicos, los ratones nacen naturalmente desprovistos de estas y no las adquieren hasta pasados unos días. Durante los días que transcurren sin estas bacterias protectoras, los ratones son más vulnerables a las infecciones causadas por bacterias invasoras, lo que también podría producirse con ciertos patógenos que provocan enfermedades en los bebés humanos.

Los investigadores llevaron a cabo un experimento para comprobar cómo los microbios de ratones de diferentes edades afectaban a la vulnerabilidad a las infecciones de los recién nacidos. Para ello, trasplantaron muestras fecales de ratones de 4, 12 y 16 días así como de adultos, a roedores desprovistos de gérmenes. A continuación, infectaron a estos últimos con una cepa de Salmonela y observaron lo que sucedía con su salud.

Constataron que la mitad de los ratones que habían recibido un trasplante de los ratones de 4 días no sobrevivían, mientras que los que habían recibido los microbios de ratones adultos resistían a la infección.

Los científicos repitieron el experimento con otra bacteria infecciosa, Citrobacter rodentium, con un efecto similar al de E. coli, en humanos, y obtuvieron unos resultados muy parecidos al experimento anterior.

El paso siguiente consistió en trasplantar microbios de ratones de 4 días a los animales desprovistos de gérmenes, pero en esta ocasión, añadieron una cantidad adicional de Clostridia. Cuando expusieron estos ratones a las bacterias patógenas, se percataron de que esta vez resistían a la infección.

Actualmente, los científicos siguen adelante con sus investigaciones para determinar el papel exacto de Clostridia en la protección contra las infecciones intestinales y cuáles son las cepas de estas bacterias más eficaces.

Estudian asimismo cómo influye la leche materna en la instalación de los microbios en los recién nacidos y cómo les protege de las infecciones. También quieren descubrir la manera en que los nuevos microbios del mundo exterior colonizan el intestino de los ratones tras el destete. Y además, buscan respuesta a la pregunta de si existen otras especies de bacterias que puedan brindar una protección contra los patógenos similar a la de las especies de Clostridia.

Los autores creen que sus descubrimientos podrían abrir las puertas a nuevas estrategias para proteger a los recién nacidos y los bebés de esas infecciones que afectan a sus sistemas digestivos, aún inmaduros. Sin embargo, serán necesarios más experimentos en animales antes de poder aplicar estos hallazgos a pruebas clínicas con humanos.

 

Yun-Gi K, Kei S, Sang-Uk S, et al. Neonatal acquisition of Clostridia species protects against colonization by bacterial pathogensScience, 2017. DOI: 10.1126/science.aag2029