200323937-0011Uno de los principales trastornos funcionales que puede ser causado por una flora intestinal desequilibrada es el Síndrome del intestino irritable (SII), que llega a afectar hasta a dos de cada diez personas en los países occidentales. Se calcula que este trastorno, que puede ser muy molesto, ya que empeora considerablemente la calidad de vida del paciente al provocarle , dolores abdominales, alteraciones del tránsito intestinal y, en la mayoría de los casos, hinchazón, representa el 60% de las consultas a gastroenterólogos.

Durante mucho tiempo, se creyó que el SII era consecuencia de una afección psicológica, que afectaba principalmente a jóvenes mujeres con ansiedad, sin anomalías macroscópicas detectables en los intestinos. En consecuencia,  como los síntomas se atribuían a un trastorno imaginario, su tratamiento distaba mucho de ser satisfactorio.

Sin embargo, tal y como lo explica el Prof. Giovanni Barbara, presidente de la Sociedad Europea de Neurogastroenterología y Motilidad (ESNM – European Society of Neurogastroenterology and Motility), editores del presente blog, «gracias a nuevas perspectivas de diagnóstico y a los conocimientos crecientes sobre el papel y la función de las comunidades microbianas alojadas en nuestros intestinos (nuestra microbiota intestinal), nuestra percepción del SII y sus causas ha cambiado radicalmente».

Unos estudios presentados durante la 3ª Cumbre Gut Microbiota for Health celebrada en Miami, en marzo del2014, demostraron que existen pruebas de la conexión entre el SII y el desequilibrio de la microbiota intestinal. Por otra parte, la hinchazón, un trastorno extremadamente molesto que acostumbra a ir ligado al SII, puede relacionarse con ciertas dietas ricas en hidratos de carbono y en particular fibras, que producen mayores cantidades de gas por medio de unas bacterias intestinales específicas. Estos nuevos hallazgos abren el camino a una gestión más eficaz de la enfermedad.

Las investigaciones llevadas a cabo en los últimos años han arrojado cierta luz sobre la vida microbiana en nuestro tracto intestinal y en su impacto en nuestro bienestar, convirtiendo a la microbiota en un tema candente en el mundo de la gastroenterología.

«Nos encontramos en un punto de la investigación en que los resultados científicos  básicos están a punto de ser transformados en nuevas herramientas de diagnóstico y de pronóstico, así como en terapias eficientes: nuevos avances en el ámbito de los alimentos funcionales,trasplantes de probióticos, prebióticos y de microbiota  que aliviarán los síntomas y contribuirán a mejorar la prevención, ofreciendo incluso beneficios duraderos frente a numerosas enfermedades», afirma el Profesor Eamonn Quigley, presidente de la Fundación WGO (Organización Mundial de Gastroenterología).

Confiamos que las nuevas investigaciones llevadas a cabo sobre la relación entre el SII y la microbiota intestinal contribuyan a aclarar este mecanismo y aporten nuevos enfoques de tratamiento, a fin de mejorar la calidad de vida de los pacientes de SII, cada vez más numerosos.