4276551958_c10acb4719Como ya hemos explicado en este blog, los seres humanos nacemos estériles y nuestra microbiota intestinal comienza a desarrollarse en el momento mismo del nacimiento. Sabemos, además, que la leche materna cumple un papel fundamental en la composición de la microbiota intestinal de los recién nacidos.

Científicos españoles del Instituto de Agroquímica y Tecnología de los Alimentos (IATA-CSIC) y del Centro Superior de Investigación en Salud Pública (CSISP) han realizado una investigación para analizar el conjunto de microbios (microbiota) que contiene la leche materna e identificar los factores que pueden influenciar su composición. Mediante la técnica de secuenciación masiva de ADN se estudió la composición bacteriana de la leche materna en tres momentos de la lactancia: el posparto (calostro), y después de 1 y 6 meses de lactancia. El primer gran descubrimiento fue la cantidad de especies diferentes presentes en la leche materna desde el comienzo mismo de la lactancia: ¡el calostro humano contiene más de 700 bacterias distintas!

Al analizar los distintos factores que influyen en la composición de la microbiota de la leche materna, los investigadores descubrieron diferencias importantes relacionadas con el tipo de parto. La leche de las mujeres que dan a luz mediante cesárea programada tiene menos diversidad bacteriana que la de quienes lo hacen por parto vaginal o intraparto (cesárea no programada). Estos resultados sugieren que el estado hormonal de la madre ante el parto también desempeña un papel: “La falta de señales de estrés fisiológico, así como la de señales hormonales propias del trabajo de parto, podrían influir en la composición y diversidad microbiana de la leche materna”, afirman los autores.

El estudio ha demostrado también la importancia del peso de las gestantes en la composición de la leche materna. Las mujeres con sobrepeso, o bien aquellas que ganan más kilos de los recomendados durante el embarazo, presentan una menor diversidad bacteriana en su leche materna.

Siendo la leche materna el primer alimento que en general ingieren los bebés, su composición tiene una influencia directa en el desarrollo de la microbiota intestinal que jugará, por su parte, un rol fundamental en el desarrollo del sistema inmune de los recién nacidos.

Para los autores del estudio los resultados abrirán nuevas vías para diseñar estrategias de alimentación infantil que puedan mejorar la salud del bebé. “Si las bacterias de la leche materna descubiertas en este trabajo fueran importantes para el desarrollo del sistema inmune, su adición a las leches de fórmula podría disminuir el riesgo de alergias, asma o enfermedades autoinmunes”, concluyen.

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