Se trata de un tipo de enfermedad inflamatoria intestinal (EII) que puede afectar a cualquier parte del sistema digestivo, desde la boca hasta el recto, aunque normalmente se produce en la última porción del intestino delgado, el íleon, o del intestino grueso, el colon. Sus síntomas más frecuentes incluyen diarrea, dolor abdominal y cansancio extremo; a veces van incluso acompañados de sangre en las heces y pérdida de peso.

Este trastorno comienza a menudo de forma gradual y empeora con el paso del tiempo. Los pacientes con enfermedad de Crohn pasan a veces por largos periodos de remisión, en los que los síntomas desaparecen parcial o completamente. Estas fases pueden ir seguidas de otras con exacerbación de los síntomas. Sigue sin conocerse la causa exacta de este trastorno. Pero los investigadores apuntan a ciertos factores como la genética, una anomalía del sistema inmunitario que le empujaría a atacar bacterias sanas en el intestino; el tabaco o los factores ambientales (curiosamente, esta enfermedad es más habitual en los países occidentales que en las zonas menos desarrolladas del mundo).