Un diagnóstico de enfermedad celiaca (EC; reacción autoinmune a la ingesta de gluten) significa sin excepción una sentencia de por vida sin trigo ni gluten. Para las personas celiacas, incluso ínfimas cantidades de gluten pueden desencadenar una reacción que daña las paredes del intestino delgado y en ocasiones provoca molestos síntomas gastrointestinales. Conscientes de que evitar toda traza de trigo puede ser un auténtico vía crucis para estas personas en su vida diaria, los investigadores se han volcado en entender mejor la enfermedad celiaca a fin de desarrollar tratamientos alternativos.

Una nueva línea de investigación se ha centrado en la relación entre la microbiota intestinal humana y la aparición y desarrollo de la enfermedad celiaca. Las bacterias presentes en el intestino delgado humano participan en el metabolismo del gluten, y los científicos ya saben que los individuos celiacos suelen tener un conjunto diferente de bacterias intestinales que aquellos que no lo son. ¿Las comunidades bacterianas de ambos grupos tratarían entonces las proteínas del trigo de forma diferente?

Según un nuevo estudio de la Universidad McMaster (Canadá), la interacción de los microbios del intestino delgado de una persona con EM con el gluten puede desencadenar una reacción inmune diferente a la de los microbios de una persona sana.

El nuevo estudio pone de relieve el papel determinante de las bacterias intestinales en la reacción del organismo al gluten.

Para este estudio, los investigadores aislaron especies de bacterias degradadoras de gluten del intestino delgado de individuos con y sin celiaquía: la bacteria patógena Pseudomonas aeruginosa fue aislada en individuos celiacos (solo se encontró en sus intestinos), mientras que se obtuvieron especies de Lactobacillus en los intestinos delgados de aquellos no celiacos. Los científicos trasplantaron las bacterias a un grupo de ratones desprovistos de gérmenes a los que alimentaron con alimentos que contenían gluten para observar sus reacciones.

Al contacto del gluten, las bacterias estudiadas producían péptidos. Sabiendo que los diferentes péptidos se comunican de diferente manera con las células inmunitarias — los que causan respuestas inmunitarias más fuertes son definidos como más «inmunógenos» — los investigadores probaron cómo reaccionaban los péptidos ante las células inmunitarias sanguíneas obtenidas de personas celiacas.

Observaron que los péptidos producidos por la Pseudomonas aeruginosa de los individuos celiacos eran más inmunógenos (activaban unas células inmunitarias específicas del gluten). Por los Lactobacillus extraídos de las personas sanas conseguían degradar estos péptidos y reducir así la respuesta inmunitaria. Por lo tanto, bacterias concretas del intestino delgado podrían aumentar o disminuir las reacciones inmunitarias desencadenadas por la digestión del gluten.

En palabras de los investigadores, este estudio ha revelado los vínculos entre las bacterias intestinales y el sistema inmunitario en el metabolismo del gluten, pone de relieve el papel de las bacterias en la reacción del organismo al gluten, y es coherente con la idea de que la disbiosis bacteriana podría ser un elemento clave en la enfermedad celiaca, incluso si las bacterias estudiadas no fueran las únicas que modifican la digestión del gluten.

Con estos nuevos datos, se podría dar con la manera de evitar que las bacterias produzcan péptidos nocivos. Si bien se trata tan solo de una primera etapa, los científicos creen estar en camino de ampliar las opciones de tratamiento para los celiacos.

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Referencias:

Caminero A, Galipeau HJ, McCarville JL, et al. Duodenal bacteria from patients with celiac disease and healthy subjects distinctly affect gluten breakdown and immunogenicity. Gastroenterology. 2016; 151(4):670-83.