by GMFH Editing Team
GMFH ha sido seleccionado, por segundo año consecutivo, como uno de los 17 mejores blogs sobre salud intestinal del año 2017 por Healthline, una web de información al consumidor sobre salud, con más de 65 millones de lectores mensuales.
by Kristina Campbell
Un estudio realizado sobre la microbiota intestinal de los astronautas saca a la luz un posible inconveniente debido a la eliminación de todos los microbios, ya que pone en peligro la salud de los astronautas.
by Cristina Sáez
Un nuevo estudio confirma investigaciones anteriores que sugerían que los microbios intestinales cambian con la edad y que pueden contribuir a una mayor inflamación y a una muerte prematura, al menos en ratones.
En esta nueva infografía se enseñan los principales factores que generan la disbosis de la microbiota intestinal, cómo se manifiesta y cómo se puede prevenir o corregir a través de una dieta equilibrada y un estilo de vida saludable.
by Kristina Campbell
Numerosos estudios recientes demuestran que existe una relación entre los pacientes con síndrome del intestino irritable (SII) y la microbiota intestinal, revelando alteraciones en los individuos afectados.
by Kristina Campbell
Un equipo de investigadores del Instituto Weizmann de Ciencias en Israel revela la razón por la que ponerse a dieta durante cortos periodos de tiempo podría resultar incluso más nocivo para el peso y la salud metabólica que no seguir ninguna.
by GMFH Editing Team
El investigador Omry Koren, de la Universidad Bar Ilan, de Israel, estudia qué ocurre con la microbiota durante la gestación y si se puede influir de forma beneficiosa mediante el uso de prebióticos y probióticos para intentar prevenir complicaciones asociadas al embarazo.
by Kristina Campbell
Según una revisión sistemática de literatura científica por parte de Kristensen y varios colegas, recientemente publicada en Genome Medicine, los probióticos tienen la capacidad de cambiar la composición de la microbiota fecal.
Los científicos comienzan ahora a entender que los genes humanos no pueden llevarse todo el mérito de las adaptaciones que se han ido produciendo a lo largo del tiempo.
¿Podrían los microbios intestinales provocar antojos? ¿Podrían hacernos sentir insatisfechos hasta que consumamos el alimento que necesitan para su propia supervivencia? Esto es lo que plantea una reseña científica publicada en BioEssays en 2014.
